La odontología está directamente asociada a la salud emocional de los pacientes, a su autoestima, calidad de vida, entre otros. La interacción entre las personas casi siempre empieza por un saludo, estrechar las manos, y por supuesto, una sonrisa. No tener una sonrisa sana, no tener una sonrisa estética, tener manchas, los dientes desalineados, apiñados o separados, puede causar efectos muy negativos en la autoestima de las personas. La meta de la odontología emocional es devolver o dar a los pacientes una sonrisa de la cual los pacientes se sientan orgullosos, que puedan sonreír y ser ellos mismos sin nada que los detenga, sin pensárselo dos veces antes de sonreír para una foto, al saludar a alguien o simplemente lo que es más importante, por sentirse bien consigo mismos. Hay muchas formas de lograr resultados estéticos y funcionales. Los tratamientos pueden ser integrales, con varios especialistas, o en los casos más sencillos, con odontología general, o con una especialidad más.
Una simple limpieza puede devolver la salud gingival (de las encías), dándole un aspecto sano, de color rosa coral, eliminar manchas superficiales en los dientes, etc. En otros casos, serán necesarios tratamientos de prótesis dental, ya sean carillas dentales, coronas, prótesis removibles o “placas dentales”, en otros casos será necesaria la colocación de uno o más implantes dentales. Quizás sea más rápido y sencillo, y el tratamiento a elegir será un blanqueamiento dental después de la limpieza para eliminar manchas más profundas y aclarar el color de los dientes. Puede que el tratamiento necesario sea de ortodoncia para alinear los dientes y corregir la oclusión (la mordida), que, si bien es un tratamiento más largo, y su finalidad principal es corregir maloclusiones, como resultado secundario deja una sonrisa mucho más estética.