Hay muchas técnicas de cepillado, dependen principalmente de las necesidades y condiciones de cada paciente, la técnica que se recomienda con más frecuencia es la técnica de Bass Modificada, una técnica que cubre todas las superficies dentales, y a su vez masajea levemente las encías, protegiéndolas y encargándose no solo de la salud dental sino de la salud periodontal (de los tejidos de soporte del diente, en este caso, la encía), esta técnica se explica después de la limpieza o valoración.
Muchas veces llegan a consulta pacientes con mucha sensibilidad dental, muchos de esos pacientes, no tienen caries, o tienen caries muy pequeñas que no pueden causar sensibilidad ya que están muy lejos de la pulpa dental o “nervio”. Entonces, ¿por qué la sensibilidad?, muchas veces es por técnicas de cepillado equivocadas, muy agresivas, con movimientos horizontales (de adelante hacia atrás y viceversa) desgastan el cuello de los dientes, que es la parte de los dientes que más se acerca a la encía, y hacen que se retraiga la encía exponiendo incluso parte de la raíz.
Estos desgastes son complicados de cubrir con materiales de restauración ya que no son superficies muy retentivas, y si no se corrige la técnica de cepillado, si se desgastó el esmalte del diente que es el tejido más fuerte del cuerpo humano, no tardará mucho es desalojar o “despegar” la restauración que se haya usado para rehabilitar la zona. Cepillarse con mucha fuerza, con cepillos de cerdas medias o duras, usar pastas de dientes muy abrasivas (como tienden a ser las pastas de dientes “blanqueadoras”, o las de carbón activado, en otro artículo explicamos las desventajas de esta última) en vez de limpiar mejor o mantener una mejor salud bucal, hacen lo contrario, perjudican los tejidos dentales y gingivales, y en algunos casos pueden llegar a perderse dientes de forma prematura o tener la necesidad de alguna cirugía periodontal reconstructiva.
Pregunte a su dentista de confianza, cuál es el cepillo ideal para ti, qué pasta usar, cómo usarla, por cuánto tiempo, así mismo con enjuagues, cepillos interdentales, hilo dental, etc. Más que la fuerza, es la técnica, el tipo de cepillo, y los materiales complementarios para mantener la salud bucal.
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